martes, 1 de diciembre de 2015

Incheon

Otro de los viajes que tuve oportunidad de hacer fue a la ciudad de Incheon, al oeste del país, donde está el aeropuerto. Es la típica ciudad costera, con su paseo marítimo, las gaviotas, el olor a mar, el pequeño parque de atracciones y los puestos de frituras. Había gran variedad de comida frita para elegir. Desde las típicas patatas hasta calamares fritos, tentáculos de pulpo, mazorcas de maíz, salchichas, salchichas rebozadas, trozos de carne o cangrejo enganchados en un palo (esto es bastante común, también había puestos es Seúl), tortitas, etc. Y no podía faltar la salsa picante que se añadía a gusto del consumidor.


La isla de Jeju

Cuando me hallaba en el ecuador de mi viaje por Corea, me dio una neura y decidí hacer una escapada de un par de días a la Isla de Jeju, la cual es una isla volcánica ubicada al sudoeste del país considerada por la UNESCO como patrimonio natural de la humanidad. El símbolo de la isla son los harubang (abuelos de piedra), construídos con bloques de lava y que se encuentran repartidos por toda la isla. También son muy significativas las haenyo (mujeres del mar), que se ganan la vida buceando en busca de moluscos y conchas. Para más información sobre esta isla dejo un vídeo explicativo (en inglés) sobre las maravillas que nos podemos encontrar en ella. 


Durante mi expedición por la isla, una de las visiones más peculiares que pude disfrutar fueron los kilómetros y kilómetros de calamares secos colgando en los arcenes de las carreteras. Esto se ha convertido también en otro de los símbolos de Jeju. Sorprende bastante porque no estamos acostumbradas/os a ver algo así. A mi me costó identificar qué eran, al principio pensaba que eran calcetines. Los calamares se secan y se salan para su posterior venta y constituyen uno de los principales alimentos de la isla. 



Un postre característico del lugar es el Jeju Pie, un bizcocho relleno de mermelada de naranja que me pareció que estaba delicioso.



Kimbap


Otra de las comidas más típicas de Corea es el kimbap. Este plato ya lo conocía porque Sangpil, que es un gran cocinero, me lo había preparado cuando vivíamos en Dublín. Son unos rollitos de arroz blanco cocido prensados con un alga que llevan en su interior otros ingredientes (diferentes verduras, pescado, marisco, carne...), se pueden preparar a elección de cada uno. Se sirven cortados y con un acompañamiento de salsa de soja. Personalmente creo que están riquísimos y tienen muchísimo sabor.

Curiosidades

Esto que voy a contar no entra dentro de la gastronomía coreana, pero lo menciono porque me llamó la atención. Fueron un par de snacks muy comunes en España pero con otros sabores: las Pringles y el Mikado. Me encanta comprar gorderías y un día que entré en un bazar me encontré Pringles con sabor a pizza y otro día Mikado de Oreo. Ambos estaban riquísimos y ojalá los hubiera en España. Si los hay, no son habituales, porque no los he visto nunca.


Desayuno coreano

A la mañana siguiente de la mariscada y las famosas larvas, Shinae me despertó y me dijo que fuera a desayunar. Yo me esperaba leche con galletas o algo por el estilo, ilusa de mi. ¡Cual será mi sorpresa cuando me encuentro con todo un banquete! Había sobre la mesa gran cantidad de cuencos con mazorcas de maíz, leche con tofu, pimientos, cebolla, salsas... y muchas otras cosas cuyo nombre desconocía. Es un ejemplo de un gran desayuno, completo y variado, que aporta las proteínas y nutrientes necesarios para empezar bien la mañana, pero sin demasiadas calorías. La pega que le veo es que no es muy sabroso, pero supongo que todo es cuestión de acostumbrarse.